lunes, 14 de abril de 2014

DEVORANDO CORAZONES...



Sé que el karma existe porque se ha convertido en algo poco más que mi sombra durante un largo periodo de la vida. No sé exactamente como funciona, pero es algo que se basa en la equivalencia  de intercambio, algo del mismo valor debe ser puesto en la balanza para que todo siga equilibrado en el mundo, así que cuando la vida llega a morderte el trasero de manera fuerte, pues ya sabías que iba a llegar, pero no entiendo bien si se gasta en una vida o puedes abonar karma a la cuenta que tiene cada persona por varias vidas más, además de muchos otros ámbitos desconocidos e inexplorados que giran en mi cabeza, versando sobre este particular asunto.
Tampoco sé si tiene que ver con la intención o el dolo o algo similar, pero tengo miedo de pensar que es igual todo el  tiempo, porque mi reciente caminar por la vida me ha enseñado que la contra postura positiva de esta energía vengadora, el Dharma, también se da vueltas de vez en cuando aunque es más difícil reconocerlo a veces. El asunto es que me cuesta más identificar cuando el karma sucede de manera común y corriente como parte del peregrinar por la existencia, como el título que atañe a este lindo post de la semana… Devorar los corazones, y me asusta pensar en las consecuencias de mis actos cuando descubro  que tengo entre los dientes restos del palpitante músculo sentimental de alguna persona, y no dejo de pensar si eso regresará a mí como un puñetazo mientras le doy vueltas en la cabeza.
No soy ningún santo, eso siempre ha sido claro, y las buena intenciones no hacen la diferencia en el mundo, prueba de eso es que me he convertido en un pequeño (o grande dependiendo de a quien le preguntes) devorador de corazones que sin tener ninguna intención de hacer daño termino por comerme a mordidas el corazón de algunos hombres con los cuales siento una profunda simpatía, pero nada más, o el de aquel ex novio con el cual me hubiera gustado que las cosas fueran diferentes, pero no fue así, por lo que terminé comiendo lo que quedaba de su corazón, devorándolo hasta lo más profundo sin disfrutar en lo más mínimo cada mordida y sin dejar rastro de él.
Este fenómeno no es algo que solamente haga yo, sabemos que es muy común y a todos nos han devorado el corazón, descubrí -antes tristemente y ahora no sé si resignado- que es parte natural en la vida, puede gustarte alguien y tú a él no, o simplemente no está listo o lo que sea, y entonces tu corazón se sale del pecho y deja un hueco que se llena con ansiedad de una manera vacía y extenuante que te aprieta desde adentro, pero lo bueno es que nadie se muere de un corazón roto. La pasas muy mal, pues tienes un gran vacío donde antes había una cálida emoción, muchas expectativas (seguramente), algunos sueños, fantasías de variadas clasificaciones desde la AA al estilo Disney hasta algunas de clasificación R que podrían ganar algún premio de cine para adultos, junto con una variedad de colores, sabores y hasta olores. Hay algunos sentimientos confusos, un torbellino raro desde puente de las emociones y ahora… un hoyo, negro, oscuro y desconocido.
Todos se pueden sobrellevar en esta situación, no es el fin del mundo y a todos nos ha pasado o pasará en algún momento, lo importante es no convertir esto en una obsesión, dejar ir las cosas, el amor y la infatuación son cosas tan distantes que hacen parecer a la guerra y a la paz como hermanos gemelos. Deja ir las cosas, tienes que saber que esa persona en algún momento juntó una gran cantidad de características positivas, incluyendo hacerte sentir mejor sobre tu persona, eso no debe ser tan malo, mándale luz y buena vibra, para que pueda seguir su vida y tú la tuya, pues el odio nunca es buena idea, te consume todavía más que el desamor.
Toma un paso atrás, respira hondo, desintoxícate de tu amor de quinceañera  en celo y sigue adelante, no es culpa de nadie, no hay odios de por medio. Toma un poco de distancia combinada con un poco de huevos y unas cucharadas de realidad aderezadas de amor propio y ganas de continuar hacia adelante para que todo recobre su equilibrio. Esto es entendido sobre el hecho de que nadie jugó contigo, las cosas se hablaron claras y no hay engaño de por medio, en cuyo caso contrario ve y patéale la entrepierna y escúpele en un ojo para entonces pasar a la fórmula anterior, pero analiza las cosas, si ahí no hay oportunidad ahí, es porque debe venir algo mejor, empezando porque hay alguien afuera que si se muere de ganas por estar contigo. ¡Aprovecha! Sé libre y no te claves de más e intenta bajo todo motivo (algo por demás difícil en mi caso) dejar el drama de lado, sólo te meterá en problemas y complicará las cosas.
Muchas veces también sucede esta hermosa sensación de estar en un éxtasis de total amor perpetuo con alguien, que en realidad sólo te muestra que el kamasutra es una sutil sugerencia para libros de texto de la SEP, los multiorgasmos son alcanzables todas las veces que te rozan apenas la piel y puede tocar tu cuerpo tan bien como Jimmy Page o Jack White tocan sus guitarras, que también invoca la más gutural y profunda música que puedas hacer desde tu interior, pero la verdad sólo estas bien servido y sí, es complicado dejar eso de lado, pero hay que poner todo el esfuerzo para pasar de ahí, sólo es sexo… genial, increíble, loco, salvaje y maravilloso sexo, pero sólo es eso .
Así que sé honesto, habla siempre las cosas, camina con el corazón en la mano y sin miedos, eventualmente lo comerán, pero seguro tú también devorarás uno accidentalmente, sólo no lo hagas un acto voluntario, vengativo o con dolo. Que nada te detenga porque si dejas de usar el músculo del corazón puede atrofiarse como cualquier otro en tu cuerpo, y para el dolor que pueda causar cualquier efecto colateral siempre tendrás vodka y amigos que te ayuden a pasar el mal rato.  No le tengas reservas a la vida, se muy específico con lo que le pides, cierra tus capítulos y disfruta enamorarte todas las veces, tu corazón crecerá de regreso más fuerte, más sabio y al final te prometo que las cosas resultarán muy bien.