lunes, 23 de junio de 2014

Anoche soñé contigo… (Letras sobre un anhelo sin rostro)



Fotografía de Leo C Sam
Anoche soñé contigo… Sobre como me veías y sentía que me deseabas, sobre la fugaz vida que hicimos, las horas que desperdiciábamos en estar sin hacer nada por el mero hecho de experimentar la proximidad de estar juntos en la ignominia, con tu cuerpo tan cercano al mío. Veía tu rostro tan claro en las penumbras del sueño que sentí que debía tocarlo y besarlo en ese momento antes de despertar, pero al abrir los ojos no podía recordar el contorno de tus labios o el color de tus ojos, la forma de tú cara era difusa entre lo que quería recordar para mantenerte conmigo, entre las disparidad de la madrugada y mis sábanas tan rojas como la hirviente sangre que aun palpitaba por el beso del delirio nocturno en el que nos vimos. 

Ahora despierto y no sé quién eres, no logro encontrar tu cara entre mis recuerdos, pero siento todo el deseo de poder verte otra vez, de que me quites el aliento y me enchines la piel. Extraño sin definir la silueta de tu rostro todo el sabor de tu cuerpo y el olor de tu aliento junto a mi cuello y mis orejas, tus manos conteniendo mis brazos y tu boca sobre mi espalda, mis dedos acariciando tu pelo y la humedad en tus profundos besos con los ojos tan llenos de deseo, deseo por mí. 

Ansío la noche, cada vez más larga y fría para poder verte de nuevo, pues es la única puerta en la que logro encontrarte, pero la pasión fue demasiado fuerte y ahora tu imagen está quemada como una mancha en algún rincón de mi cerebro de donde nunca salen los secretos, ni los amores.