martes, 27 de mayo de 2008

Mamá, Papá… ¡Soy Hipster!


Aunque la imagen diga Faux Hip hop es un claro atuendo Hipster del escenario México (¡de verdad!)

Por Fernando del Portillo y Malfi

“…Hipsters con cabezas de ángel ardiendo por la antigua conexión celestial con el estrellado dínamo de la maquinaria nocturna,
que pobres y harapientos y ojerosos y drogados pasaron la noche fumando en la oscuridad sobrenatural de apartamentos de agua fría, flotando sobre las cimas de las ciudades contemplando jazz…”
Extracto de “Howl” (“Aullido”)
Por Allen Ginsberg
Traducción de Rodrigo Olavarría

Si camina como pato, se ve como pato y hace quack con sus lentes oscuros marca Ray-Ban mientras ve algo de cine francés como un intelectual de pose posmodernista, es un Hipster, no un pato.
El mundo de la subcultura contemporánea del “Hipsterismo” no es más que el simulado intento de una revelación ante la sociedad impuesta del nuevo milenio, que en un momento desconocido dio una vuelta equivocada con transiciones desencaminadas a sus fieles principios, los Hipsters no son el descubrimiento del agua tibia en la subcultura mundial, por el contrario son un grupo definido desde los años 40 como bien lo expresa Blossom Dearie, una jazzista americana de esa nostálgica época: “I'm hip I'm alive I enjoy any joint where there's jive, I'm on top of every trend” Esta canción sería como la Biblia para un Hipster, se escribió hace mucho y sigue siendo vigente, pero cada uno la sigue de manera muy personal e interpretativa.
Prueba de esta última aseveración es que actualmente la fascinación por este modus vivendi resulta un patrón socio-cultural que deja de ser solamente para excluidos artistas que viven en un eterno trance psicodélico; ahora la deformidad de conceptos implica comprar ropa excesivamente cara que parezca de segunda mano, ser visto (al igual que fotografiado) en fiestas y conciertos de carácter muy específico, creer en la vigencia de Myspace y evangelizar la religiosa práctica del “Hazlo tu mismo”; ser Hipster no significa solamente combinar las agujetas de sus tennis “Air One” con el armazón de los Ray-Ban “Wayfarer” que vayan a utilizar ese día, implica adentrarse a la literatura anti-capitalista, saber los últimos conflictos políticos y tomar estandartes de ideales y justicia en contra de esas grandes tiendas que siguen usando esclavos en países tercermundistas para la manufactura de ropa (dígase Nike o Gap) o que al menos lo creas así, y también es vital que memorices los nombres de personajes importantes de la libre expresión en el mundo. Pero aún más substancial y en esto depende gran parte de su filosofía actual, es suficiente con aparentar saber todo lo anterior.
Auque existe también hay un tip que puede desenmascararlos drástica y ferozmente, ¿Cuándo se puede confirmar que alguien es Hipster?, cuando hace todo lo posible por negar que lo es. El pato de los Ray-Ban y tennis que hacen juego con el armazón solo dirá quack, es raro que se auto cataloguen como parte del mundo Hipster actual, y es por que aunque el mundo Hipster sea alimentado por la fama injustificable de The Misshapes, las fotos de The CobraSnake y la excesiva importación de libretas Moleskine, debe ser cansado estar al tanto de todo lo que sucede en este mundo, pues el efímero y rápido modo de vida conlleva a que algún día, no muy lejano, exista un grupo que se rebele a los Hipsters, especialmente si los movimientos subculturales de hoy en día son tan diversos y camaleónicos, pero no te preocupes por que aquí podemos ir descubriendo juntos, poco a poco, otro pequeño fragmento de nuestra juvenil y posmoderna sociedad actual y sus múltiples pedazos de subcultura.

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